LA NOCHE MAS NEGRA

Hoy vi por segunda vez la puesta del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Mi cuadro favorito de esta vuelta es “LA NOCHE MAS NEGRA”. Todo el público aplaudió con vehemencia y gran agitación…

Cuanta emoción y ansiedad siento por querer escribir sobre una pasión y un sentimiento tan grande como lo es la danza para mí… Al igual que al escribir sobre la última película de Favio “Aniceto” las palabras no llegan a encausarse y solo queda el insulso “Me encantó”… Quizás este no sea el momento para traducir a palabras tantas emociones como las que se sentí viendo semejante espectáculo… O será que en realidad existe un modo para analizarlo, pensarlo, repensarlo y sacarle mucho jugo… mucho sabor... mucho más del que se consigue como espectado... me estoy convenciendo de que se pueden combinar letras con emociones y libres interpretaciones sobre obras de danza.


Ese Mundo es tan amplio como mansiones llenas de habitaciones cómodas, sofisticadas, con techos altos, mobiliario tallado a mano en maderas de oriente; en cada habitación hay un ser humano que aporta sus dones para el debate de los sentimientos con el resto de los habitantes de la casa… y todo se convierte en un equilibrio que es contemplado por el equilibrio majestuoso y sonriente del Universo… es tan gratificante cual banquete comunitario con la cantidad de platos justos, cada uno exquisito y bien proporcionado, manjares para los dioses de la mansión de las artes… es tan glorioso como una gran sesión de sexo con el hombre amado… la danza es subir cientos de pisos por una infinita torre de Babel.

… para bailar no hacen falta palabras. Y cada uno baila de un modo diferente al del otro… y es lo que debe ser. Con las diferencias individuales podemos combinarnos unos con otros para encastrar piezas del rompecabezas… Porque cada uno tiene un pedacito de respuesta para la oportunidad que se nos dio de vivir juntos, en este mundo contaminado por la confusión del hombre.

Sobre LA NOCHE MÁS NEGRA
En el programa de la obra el comentario sobre este cuadro cita a Gérard de Nerval (1808-1855):

“El sueño es una segunda vida. No he podido atravesar sin estremecerme esas puertas de marfil que nos separan del mundo invisible. Los primeros instantes del sueño son la imagen de la muerte. Un adormecimiento nebuloso embarga nuestro pensamiento, y no podemos determinar el instante preciso en que el yo, bajo otra forma, continúa la obra de la existencia. Es un abismo impreciso que se ilumina poco a poco, y donde se separan de la sombra y de la noche, las pálidas figuras, gravemente inmóviles, que habitan en la mansión del limbo. Después, el cuadro se forma, una claridad nueva resplandece y las fantásticas apariciones se mueven; el mundo de los Espíritus se abre ante nosotros.
Swedenborg llamaba a estas visiones Memorabilia y las consideraba más propias del delirio que del sueño.”

Mi interpretación del baile:

Esa música!!! Apasionante música de violines anunciando la mugrienta y silenciosa invasión de las cucarachas mientras que esos hombres sueñan con complacer a sus mujeres (…ponele…) tanto desde lo sexual como desde lo emocional… la lucha con la gravedad y con las chimeneas de la ciudad… que conocen y los encierra desde el nacimiento. Pasos firmes y ruidosos para hacer notar su presencia y su valor en el mundo que les tocó transitar… gritos de sus almas sencillas aunque polucionadas… son soñados por la muerte quien secretamente y desilusionada (?) sabe que esta vez, esta generación de hombres fuertes y hermosos va a conseguir la victoria de la vida.